¿Cuáles son las razones que argumentan quienes no lo usan?
Son variadas y coincidentes entre quienes se resisten a usarlo. Desde el simple
reconocimiento de que les molesta y les quita la sensación de libertad hasta
otras razones que, por muy reiteradas, se transformaron en verdades aceptadas.
Veamos algunas de ellas y cuál es la realidad.
Mito:
"El casco afecta mi visión, no veo bien de costado"
Realidad:
Rebatido por los datos científicos. La visión periférica es de entre 200º y
220º. Los estándares de seguridad internacionales requieren que los cascos
provean 210º de visión. Alrededor del 90% de los accidentes suceden dentro de
un rango de 160º (la mayoría restante son choques por atrás), así que está
claro que los cascos no afectan la visión periférica y no contribuyen a los
choques.
Mito:
"Con el casco no puedo oir bien los sonidos de la calle".
Realidad:
Rebatido por la ciencia. Los cascos reducen la sonoridad de los ruidos, pero no
afectan la capacidad del motociclista de distinguir entre diferentes sonidos. La
Universidad de California del Sur realizó 900 investigaciones profundas sobre
accidentes con motos en el lugar del accidente y no detectó ningún caso en el
que el motociclista no pudiera escuchar un sonido crucial del tránsito. Más
aún, algunos estudios indican que los cascos son útiles para reducir el sonido
del viento y proteger la audición.
Mito:
"En caso de accidente, los cascos provocan heridas en el cuello o
médula espinal".
Realidad:
La investigación ha probado que esto no es verdad. Cinco estudios revisados por
la GAO mostraron una mayor incidencia de lesiones severas en el cuello en
aquellos motociclistas que no usan casco. Un estudio en Illinois, Estados
Unidos, halló que los cascos reducen el número de heridas graves en la médula
espinal.
Mito:
"Las leyes del uso del casco son inconstitucionales, violan los derechos
individuales".
Realidad:
Las cortes europeas y americanas han reconocido en forma constante que las leyes
del uso del casco no violan el derecho individual . Todas las normas de
tránsito requieren que los individuos actúen de una cierta forma, más allá
de que lo quieran o no. Por ej., detenerse ante el semáforo, dar prioridad a
los peatones, respetar el sentido del tránsito, etc. La legitimidad de éstas y
otras disposiciones, se basa en que están dispuestas para la protección de la
propia vida y la de los demás miembros de la sociedad. Las leyes del uso del
casco no son diferentes a éstas.
Mito:
"Si me mato es asunto mío, sólo yo me perjudico".
Realidad:
Para la sociedad, la muerte o discapacidad permanente de un individuo tiene
consecuencias económicas y sociales serias,diversas y perdurables en el tiempo;
desde el momento mismo en que se produce el accidente y la salud pública asiste
al herido, lo levanta y lo traslada a un hospital público donde se le brinda
toda la atención y tratamientos posibles. Si, después de recuperarse, queda
con alguna discapacidad que le impide continuar con su trabajo anterior, se le
brinda una pensión por incapacidad y la atención que pueda necesitar tanto él
como su familia; por ello resulta indiscutible que el daño no es solamente
personal. Si fallece, además de la pérdida de su capital laboral, el pago de
pensiones y la atención para sus seres queridos implican cargas para la
sociedad.
Mito:
"Las motocicletas son un pequeño porcentaje de los vehículos registrados,
por lo tanto los accidentes de motocicletas representan una minúscula carga
para la sociedad"
Realidad:
El índice de mortalidad por milla viajada es 16 veces mayor para los
motociclistas que para los que viajan en auto, y el índice de heridos es 4
veces mayor .
Fuentes:
- DeJoy, D. "An examination of gender differences in traffic risk
perception". Accident Analysis and Prevention.(1992).
- NHTSA National Highway Traffic Administration, "Motorcycle Helmet
Laws" (1998).
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