Día 09/01/2012: Luego de un sueño
reparador nos dispondríamos a desayunar y salir a recorrer la ciudad. Esta vez
iríamos de a pié. Se sentía extraño, después de haber atravesado el país a la
mitad; estar caminando. Prácticamente habíamos olvidado como se hacía y me
sentía súper liviano.
La brisa del lugar es totalmente reparadora
y al respirar se siente como más oxigenado. Realmente estaba relajadísimo y en
paz absoluta. Lo único que importaba era caminar por la ciudad sin lugar a
donde ir y ver que nos depararía el destino para este día.
Recorrimos cuanta vidriera había hasta cerca
del mediodía y luego fuimos por fruta al súper para tener víveres, luego
seríamos estafados en una rotisería con el almuerzo ya que la carne de los sándwiches
que compramos parecía suela de zapatos...vendidos como completos de lomo -
duros como lomo de burro estaban -. Anteriormente en el súper consultamos a
unas chicas agentes policiales acerca de donde se encontraba la estación de ferrocarriles y amablemente nos indicarían.
Ya habíamos encontrado excursión
personalizada para esa tarde.
Luego de haber almorzado emprendimos camino
en dirección al acceso de la ciudad para girar a la derecha en la calle Alfonso
Capdeville que nos llevaría a la mencionada estación.
El resplandor de la tarde enceguecía pero
por suerte íbamos equipados con los lentes y bastante protector solar... No
había, en dicho camino consolidado, ni una planta de sombra, sólo cerco de
cañas y alamedas que para ese momento de hora solar no hacían una sombra desplazada.
Caminamos que parecía nunca llegar. Primero creímos que no la encontraríamos
hasta que al girar en una pequeña curva encontramos las vías por lo que
decidimos seguirlas. El abandono es absoluto, hay partes faltantes de la traza y
material esparcido por todas partes. Inevitable que la tristeza nos invada por
un instante al recordar la industria ferroviaria en su máximo esplendor.
Lamentablemente tampoco se reconoce este lugar en el plano de la ciudad.
Todas las propiedades ferroviarias hoy han
sido convertidas en un barrio incluido su hermoso edificio de estación.
Habíamos avanzado bastante sobre las vías
hasta el punto de que se tornó difícil el acceso por la maleza espinosa y la
probabilidad de que algún vecino creyera que estuviésemos intentando robar o
algún can enfurecido nos atacase así que decidimos, a no más de 1 Km. Aprox.; retornar por el
lado del camino consolidado.
Diego rechazó la idea de ir hasta la
estación por ser una distancia bastante larga; pero como yo no sabía si alguna
vez volvería a llegar a ese lugar rescate fuerzas y continué. Al ver que nunca
llegaba comencé a preguntar a los vecinos que habitan las propiedades
ferroviarias. Llamé en una de las casas donde vi a una chica lavando ropas quién
me dijo "Allá donde va ese camión" - señalando un cisterna que me había
pasado tapándome de tierra anteriormente - "sobre ese puente la vas a
encontrar. Pero no hay trenes..." hasta que di con el hermosísimo edificio estilo alpino o más
bien andino. Luego de estar un buen rato y hacer fotos de todo ángulo posible regresé
costándome dejar atrás el lugar.
Retornamos a la ciudad y de pasada nos
topamos con el museo local constituido en una vieja casona con varias
habitaciones temáticas y galería al que ingresaríamos. Luego hablaríamos con la
encargada del lugar en ese momento y plantearíamos el de agregar la parte
ferroviaria ya que habíamos encontrado en la traza varios elementos todavía
recuperables y poner como quién dice el tema sobre la mesa. Dicha señora luego
de la charla nos recomendaría visitar el Observatorio Pierre Auger donde se
llevan acabo estudios científicos a nivel mundial de las lluvias de partículas
espaciales o rayos cósmicos.
Malargüe fue electa lugar estratégico
votado por más de 30 países dado que todas sus condiciones meteorológicas son
óptimas para dicho emprendimiento.
Así que allí fuimos ya que al chequear la
hora era exactamente en la que iniciaban las visitas.
Luego de asistir a una interesante
conferencia científica nos dispusimos a regresar a nuestros aposentos, picar
algo, relajarnos y luego ir por la cena entrada la noche, porque debido a la
latitud pueden ser pasadas las 21 Hs. que todavía hay luz diurna y confunde el
horario oficial.
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