Domingo 06/02/2011 el cansancio en el cuerpo no se había ido del todo pero las tensiones habían disminuído.
Intentaba disernir el llamado que haría el lunes, si al Sr. Farías o directamente al Serv. Técnico para saber el estado de la moto y el costo de la reparación.
Sin dudas que por momentos me resultaba el día más largo de todos pero pudo haber sido mucho peor.
Así, entonces lo que sería una posta del viaje que pretendía culminar en Merlo Pcia. De San Luís comenzaba a convertirse en estadía permanente, no obstante, emprendimos caminata rumbo al pueblo a almorzar, recorrerlo y caminar en el Paseo de los Arroyos a nutrirnos de la arquitectura de estilo europeo y unos paisajes alusinantes. También recorrimos vidrieras y veíamos que excursiones se podría realizar para comenzar a armar un itinerario para los días siguientes.
Anduvimos por ahí hasta entrada la noche y regresamos al hostal.
Una cosa es ver el paisaje lúgubre y escalofriante de un bosque en una película de terror pero otra muy distinto es tener que atravesarlo aunque sea un par de cientos de metros en la noche y por caminos de ripio en la vida real y tan solo apenas iluminado cada unos 100 Mts. Tal es así que comenzamos a hacer bromas preparándonos para ver lo que sea, desde ánimas en pena hasta gárgolas o duendes y oir cualquier tipo de sonido. Creo que si saltaba un sapo cerca gritaba como una niña. Esa noche bautizamos al hostal El Rincón como el hostal El Confín por encontrarse apartado y como en medio de la nada teniendo ese aspecto tétrico el ingreso.
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