Lunes 07/02/2011 a eso de media mañana llamo directamente al Serv. Técnico oficial y para mi suerte justamente estaban "operando" mi moto. El mecánico de nombre Ángel me informa que hubo que desarmar el cárter, vaciar el aceite para revisar los discos de embrague y se encontró que los mismos estaban todos fundidos y que el encendido también había sufrido alguna anomalía. Me contó acertadamente todo lo que había vivenciado días antes con la moto en esas condiciones y pasó a darme el monto de la reparación pidiéndome autorización para la misma la cual sin dudarlo y con la suerte de tener el dinero disponible le otorgué. Consulté por el tiempo que le llevaría repararla y dijo -"El Sr. Farías me explicó su situación y voy a darle prioridad para tenerla lista el martes o más tardar el miércoles. Combine con Farias para ver si la retira él o Ud. Lo ideal sería que viniera Ud. Así le muestro los repuestos que se van a cambiar. Llámame cuando acuerde con Farías o para avisarme si viene". Agradecido informé que así lo haría.
Nuevamente de caminata por ahí que habíamos iniciado esa mañana lluviosa de a ratos; ya más relajado y contándole a Diego mis charlas telefónicas y como estaba la situación ya que parecía ser un día de hacer trámites y; luego después de almorzar continuamos paseando por el arroyo en sentido contrario al día anterior ya que el clima cambiante permitió que esté soleado lo que intensificó la temperatura.
Luego de una ducha renovadora en la noche, me dispuse a apartar el dinero para abonar la reparación de la moto y me percaté de que sólo quedaría con tan solo $114. No tenía otra opción que viajar a buscar la moto ya que no llegaría con el monto para abonarle nuevamente a Farías y en mi cabeza sólo estaba la de reservar dinero para el combustible de regreso por lo que pasé a comunicarle a Diego el drama. Sería él quién bancaría el resto de los gastos. En ese mismo momento programamos ir al día siguiente como excursión a La Cumbrecita un pueblo peatonal.
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