El martes 08/02/2011 desperté temprano como de costumbre pero harto de oír el canto de los loros diariamente y en particular esa mañana de las Gallinas de Guinea que se encuentran en el hostal dando graznidos unas con otras realmente insoportables que comienzan a eso de las 06:00 Hs. am.
Nos levantamos tipo 08:30 Hs. am. Diego se alistó enseguida y fue a desayunar, yo hice fiaca un rato y salí a buscar agua para prepararme el desayuno afuera..
El día pintaba ideal, templado y parcialmente nublado.
Terminamos, acomodamos las cosas, sacamos lo que necesitábamos y partimos a la terminal de ómnibus que estaba a unos 800 Mts. saliendo del hostal para tomar el micro que nos llevaría a La Cumbrecita. En ese instante recibo una llamada de Ángel, el mecánico, avisándome que la moto estaba lista y que podía retirarla y; en ese mismo momento, le comento de que iba a ir personalmente dada mi situación económica ni bien tuviera el pasaje que sacaría al instante para ir al día siguiente.
Ya en el viaje comenzamos a disfrutar del paisaje serrano y a su vez nos indignamos por el exterminio forestal que se está realizando con el fin de continuar la ruta hacia otros lugares y en los caminos aún de tierra.
Recorrimos el pueblo en una parte y nos dejó molidos. Todo era subir largas pendientes y trepar entre las rocas. Tanto nos mantuvo ocupado el largo camino a la cascada, la fuente y el arroyo que terminamos merendando a las 17:00 Hs. en el primer bar fundado del pueblo llamado Suizo; Diego trucha c/papas y yo una milanga a la napolitana c/fritas que no pude terminar de lo inmensa que era con un par de cervezas artesanales en porrones.
Para las 19:00 Hs. estábamos en la entrada al pueblo esperando por el micro de regreso. Al llegar fuimos al centro - no recuerdo si por algo en particular o porque era temprano - y nos cruzamos con Manuel - un tano que vino a recorrer el país - y Dante de San Martín Pcia. Bs. As. que estaban parando en el mismo hostal. Intercambiamos el "hola" característico del tano dado que lo repetía las 75 veces que nos cruzara en la calle y Dante nos propone para esa noche comprar las cosas para hacer un asado entre todos.. Así que después de caminar tanto esperamos que fuera a retirar dinero al cajero y procedimos con los mandados. Entre espaninglish, italohispano y nuestro propio idioma cenamos un asadaso con embutidos, bondiola y ensalada mixta.
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