Las rutas bonaerenses
más transitadas se encuentran en mal estado. La Tecla realizó un
relevamiento para conocer cuáles son las más comprometidas y qué tipo de
falencias tienen
¿Qué tienen en
común una canción de Vicentico y el estado de las rutas de la Provincia? Que en ambos
casos “los caminos son muy difícil de andarlos”.
Cada vez son más
frecuentes los reclamos de los habitantes del territorio bonaerense por el
lamentable deterioro de las rutas. Diputados e intendentes se han sumado a este
pedido, incluso del oficialismo, porque saben que en cualquier momento las
carreteras pueden jugar una mala pasada a cualquiera de ellos que las
transiten. ¿Cuáles son los tramos con más problemas de los casi once mil
kilómetros que hay en la
Provincia?
Una de las más
deterioradas es la Nº
6, que atraviesa doce municipios bordeando al Conurbano y uniendo los puertos
de Zárate-Campana (al norte de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires) y Berisso (al
sur).
La ruta se puede
dividir en dos segmentos. El tramo que une La Plata-Cañuelas
cuenta con las siguientes falencias: poca iluminación, banquinas en mal estado,
rotondas mal señalizadas y cambios bruscos de autovía a un solo carril. En este
sector aún no se conformó la autovía, como se anunció.
Por otra parte,
el tramo que va desde la localidad de Cañuelas hasta Zárate cuenta con
irregularidades mayores, sumadas a las anteriormente mencionadas. Se pueden
hallar pozos de gran tamaño, obligando a los conductores a realizar maniobras
repentinas hacia el carril contrario o disminuyendo la velocidad bruscamente.
A raíz de esta
situación, vecinos autoconvocados se han hecho presentes en el lugar. Las
autoridades bonaerenses, según informaron a La Tecla, anunciaron que la próxima semana
comenzarían a llevarse a cabo las refacciones.
Los sectores que
se pavimentaron en los últimos años, según contó personal de Vialidad, tendrían
que haber durado en óptimas condiciones entre 20 y 30 años.
Otra de las
carreteras con grandes dificultades es la
RP 41. Desde Baradero hasta casi llegar a Lobos (alrededor de
220 kilómetros)
tiene innumerables falencias. El peor tramo se da entre las ciudades de San
Antonio de Areco y San Andrés de Giles. Los baches son profundos, con grandes
ondulaciones y muy desparejos. Los usuarios aseguran que “está intransitable”.
Sumado a esto, ahora se está destruyendo el tramo Areco-Baradero. Dicho
segmento fue reasfaltado hace poco más de cinco años.
Desde Baradero
hasta Lobos, además de las malas condiciones de la superficie, la ruta se
encuentra sin demarcar, las banquinas están abandonadas y es muy deficiente la
señalización. Desde Lobos hasta Castelli, lugar en el que finaliza, las
condiciones mejoran.
La RP 31, camino en el que falleció la familia Pomar en 2009, también
presenta sus falencias. Desde Salto hasta el cruce con la ruta nacional Nº 7 el
camino mejora, sin embargo, desde Salto a Colón se observan algunos baches y
poca señalización. Otra de las rutas bonaerenses que muestran falencias es la Nº 86, que conecta la ciudad de
Necochea con Pehuajó.
Uno de los tramos
más transitados de esta calzada son los más de 130 kilómetros que
unen a Benito Juárez con la costa bonaerense. Esta carretera tiene mucho
tránsito pesado, a raíz del puerto Quequén, y el estado es lamentable. Además
de faltarle señalización y demarcación, posee gran cantidad de baches.
Algo similar
sucede en la ruta 46 en el tramo que une Junín con 25 de Mayo. Sumado al
deterioro habitual, tiene desniveles muy importantes de asfaltos al momento de
cruzar las alcantarillas. Otra de las rutas en mal estado es la provincial 32
en el trayecto Salto-Pergamino. También cuesta mucho transitar con tranquilidad
en la RP Nº 51.
La peor zona es el sector que une Ramallo con Carmen de Areco, pero también el
trazado desde Azul hasta Saladillo se encuentra con varios pozos, demarcaciones
poco visibles y en dirección sur-norte, a raíz del exceso de kilos del
transporte pesado, con significativa cantidad de ondulaciones. Las banquinas
presentan imperfecciones.
En la localidad
de Hipólito Yrigoyen, la situación también es dificultosa. Si bien se inició la
repavimentación de la RP Nº
65, se suspendió la obra pronosticada para el acceso al distrito, que
actualmente tiene alrededor de diez kilómetros de camino de tierra.
En esa zona
también se reclama por la repavimentación de la RP Nº 85, que entre el trayecto Salliqueló-Carlos
Pellegrini se encuentra en muy mal estado la superficie y, además, presenta
banquinas abandonadas. Las mismas problemáticas se observan en la RP 60 desde Huanguelén hasta
Guaminí.
Por último, hay
otras tres rutas que también cuentan con grandes falencias. Por un lado, la Nº 74 entre el tramo
Maipú-Tandil. También parte de la Nº
88 que une Necochea con Mar del Plata. Y la Nº 47 donde enlaza a Navarro con Luján.
En la primera de
las vías los baches son frecuentes; la demarcación, prácticamente inexistente;
y faltan señalización y luminarias. En la segunda sucede algo similar, por la
falta de mantenimiento, a pesar de ser una de las principales arterias en lo
que refiere a la temporada veraniega. En la última de las tres, la presencia de
baches también es una constante, con el agravado de que son de grandes
dimensiones.
Los problemas son
los mismos en todos los caminos que interconectan la Provincia: falta de
señalización y luminarias, abundancia de baches y mínimos controles de los
transportes pesados, entre otras cuestiones. Hay varias promesas para 2012 con
respecto a repavimentaciones, y los usuarios son optimistas en que éste sea el
año en el que se solucionen estas dificultades.
Fuente: Latecla.info