Día 13/01/2012:
05:00 a.m. alarma de celular para tener que salir de raje.
Esa noche había
dormido bastante mal debido a que por momentos me congelaba por el aire
acondicionado central del hotel; así que me sentía con una pereza tremenda que
me duraba del viaje del día anterior. Fue el día que más me costó poner las
cosas en la moto.
Salimos
nuevamente a la ruta esta vez para tomar rumbo Norte con destino a Tunuyán.
Tomamos Av. San Martín, cargamos combustible y nos dirigimos hasta la rotonda
del Km. 0 y girar por Av. Yrigoyen hasta la Ruta Nacional Nº
143.
A pesar de que
había una temperatura de 23 ºC
que había leído de pasada en un cartel electrónico. Al salir por dicha ruta podía
sentir bajar rápidamente la sensación térmica al pasar por un extenso arbolado
al salir de San Rafael y cada vez se intensificaba el frío en mi por lo que lo
sufrí apenas comenzaba el viaje prácticamente hasta el amanecer. En
un momento no aguanté más e hice señas a Diego que paraba para echar mano a un
cuello y los guantes largos por lo menos hasta que hubiera entrado más la
mañana y comenzara a sentir calor. El apuro porque amaneciera me hizo recordar
la marcha de San Lorenzo en la parte que dice: "Febo asoma, ya sus rayos
iluminan el histórico convento..." y lo iba tarareando... Tiempo más tarde
el viaje se haría sentir y el cansancio se iba incrementando de a poco y; la
visión de "túnel" se haría presente. El sueño que comencé a tener era
tremendo y no creí que podía llegar a sentirlo de tal manera al punto de
que por un par de segundos se me cerraron los ojos. En ese momento me
asusté demasiado entonces opté por mirar el paisaje para distraerme y
tararear "¿Cuál es aquel camino que tengo que tomar, si sólo hay un
destino al que puedo llegar?..." de una canción de Vicentico o
interpretada no lo se...
A mitad de viaje
veo salir disparada la patente de Diego que pasa a mi lado por Cm. y no logro
ver por donde queda. Como él iba bastante adelante no podía oír ni verme
hacerle señas así que volví solo creyendo que la encontraría pero al no ser así
me desesperé e intenté alcanzarlo rápidamente para avisarle y luego volver a
buscar, sin éxito; los dos, por un largo tramo y caminando a la vera de la ruta
buena parte de la mañana.
Llegamos a Tunuyán
a eso de media mañana o medio día más o menos... Ya a esta altura de vacacionar
en las rutas no tomaba las distancias ni el tiempo.
Ubicamos una
oficina de Informes Turísticos para ir por mapas y actividades. Luego tomamos
por calle Pelegrini y cruzamos por galpones ferroviarios para cruzar a la Ruta Prov. Nº 92 en
busca de alojamientos. Allí abundan caminos hacia todas partes así que por unos
momentos estuvimos desorientados hasta que pudimos retomar el camino. Ya
cansados de no ver muchas opciones nos topamos con La Posada del Jamón lugar
paquete que nos dejarían accesible y donde pasaríamos el resto del fin de
semana.
Nuestro hogar por unos días.
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