Día 17/01/2012:
Ya no desaprovecharíamos desayunos por lo que no saldríamos antes de las 09:00
Hs. a. m. de nuestros alojamientos y dependiendo de nuestras condiciones
físicas - generalmente pésimas - saldríamos temprano en los casos en el que no
se incluyera desayuno para ir por él a alguna estación de servicio.
Antes de salir debíamos
elegir algún vino para regalar a quienes apoyaron este viaje, lo hicieron
posible y a familiares y; aunque se consigan en cualquier supermercado del
país, además de las ventajas económicas, tiene otra "mística" el
traerlo desde territorio mendocino.
Demás está decir
que la moto la llevaba súper cargada e incluso las alforjas llenas por lo que
se complicaba a la hora de incrementar carga sobre todo tratándose de botellas.
Ya era bastante costoso ubicar lo que llevábamos así que resultó difícil saber
como guardarlas hasta repartirlas un poco de cada lado incluso entre las cosas
a las que colocaba la red elástica de sujeción.
El alojarnos a la
vera del camino nos hacía estar relativamente rápido en viaje y pueden verse
cambiar progresivamente tanto el clima como la geografía y; en pocos minutos u
horas se pasas de la aridez y la crisis hídrica de Mendoza a la fertilidad de
San Luís y nuestra Pampa ondulada tan solo en 300 Km. No obstante aquellos
bellísimos lugares transitados y recorridos comenzaron a ser recuerdos y entristecía
el alejarme de ellos.
La Ruta Nacional Nº 188 está en óptimas condiciones exceptuando los territorios
de La Pampa y
Buenos Aires donde realmente se ha deteriorado sobremanera.
Este tramo de
ruta es quizás el más cansador por lo monótono del paisaje y el estar
"lejos de todo" hace preocupar por el abastecimiento de combustible
por lo que al llegar a Unión Pcia. San Luís intentaríamos cargar en la YPF que no habíamos hallado a
la ida. - Léanse primeros capítulos - Llegamos allí pasado el medio día,
comimos algo, pero a la hora de seguir camino no logramos obtener combustible
ya que se había agotado.
La
situación era preocupante. No sabíamos a donde nos dejaría llegar la carga con
la que contábamos pero nuevamente un golpe de suerte; al estar charlando con
empleados del playón, nos confirmaría que en un pueblito cercano llamado Fortuna todavía quedaba algo. Al parecer nuevamente
seríamos afortunados.
Al llegar al
pueblito pudimos observar desde el acceso que allí existe una estación de
trenes y sabíamos que inevitablemente antes de seguir viaje debíamos pasar a
visitarla. Incluso al ingresar cruzamos por las vías que a ambos lados del
camino se pierden en la maleza.
La estación de
servicio allí se trataba de un surtidor en la vereda de una especie de taller
mecánico o repuestera. El pueblo parece fantasma. Son unas pocas cuadras y sólo
andaban un par de jóvenes en auto luego; silencio sepulcral.
Conversando con
la persona que nos atendió - hombre mayor - le pregunté ¿Hace cuanto no pasa el
tren por acá? contándome que desde fines de los '80 y que se veía seguido hasta
que lo pasaron a unos días a la semana y luego ya lo suprimieron. "Por
estos lados no les es negocio" decía. "¿La estación como está?"
pregunté - "Ahora vive gente ahí. Las cosas que había se las han robado o
llevado, Incluso la semana pasada me ofrecieron unas rejas que se pertenecen a
cosas del ferrocarril pero no acepté" - continúo diciendo algo apenado -
"No me gusta lo que ha pasado con el ferrocarril y no quiero formar parte
de ese saqueo". Continuamos hablando unos minutos más y ya nos
despediríamos para acercarnos a la estación. El lugar se encuentra habitado por
lo que han forestado su alrededor lo que imposibilita la visión de la misma.
Dudamos en acercarnos para hacer fotos o hablar con sus moradores pero
finalmente decidimos continuar viaje.
Invadido por unos
minutos en silencio de angustia seguía contemplando el lugar hasta con una leve
sensación de culpa.
Al continuar
camino en una esquina de allí había una cuadrilla de mantenimiento de espacio
publico que había dejado por un momento su tarea para observarnos allí parados,
pensando, estáticos como en una foto viviente y que; al pasar les grité
"¡¡¡Tienen que reclamar el ferrocarril!!!" y se oyeron carcajadas
como si se tratara de un chiste...
Habíamos pasado
gran parte del día en estos parajes en busca de combustible llegando a Realicó Pcia. De La Pampa
al atardecer y; adivinen que!; la tormenta eléctrica que habíamos dejado atrás
haría llover torrencialmente a eso de las 21:00 Hs. y por un largo tiempo así
que nuestra cena serían unas galletitas dulces y un poco de gaseosa de reserva
que teníamos hasta desayunar el día siguiente de forma más que urgente.
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