Día 12/01/2012: La situación económica
comenzaba a ajustarse debido a nuestras comodidades a la hora de alojarnos y;
aunque no quería dejar el hotel y buscar más excursiones no podíamos arriesgar
recursos estando tan tierra adentro en nuestra patria.
Me invadían las ganas de
continuar al Sur por lo que bromeaba diciendo “¿Vamos a Payunia?” tratándose de
hacer “los” Km. Todo este debate, por así decirlo, siempre se genera y había
transcurrido la noche anterior.
Ahora estábamos desayunando –
personalmente disfrutando de la paz matutina como todas las mañanas – y me
parecía mentira tener que irnos a emprender la vuelta aunque no significara el
fin de las vacaciones pero aún así deseaba continuar adelante. Así que subimos
a la habitación a retirar nuestras pertenencias que con un dejo de tristeza y
desganadamente fui juntando. Era hora de acomodar todo en las motos con el
tiempo que eso lleva.
En una de esas salidas días
antes, habíamos visto un tallercito de motos; al que debíamos pasar por un
ajuste de cadenas antes de emprender viaje; que estaba cerca del hotel apenas
unos metros a la vuelta de la esquina.
Una vez terminado de acomodar
todo nos dirigimos a recepción a abonar y dejar saludos a Rocío – nuestra mamá
malargüina porque siempre decía “¿Otra vez a la calle Uds. No se quedan un
minuto en el hotel?…”- que nos recomendaba lugares para ir a cenar o donde podíamos
ir y también a “Chilote” encargado de la cocina que nos recibía con onda.
Nos dirigimos al taller y luego
del ajuste de cadenas surgió la charla con el dueño que nos contaba acerca de
grupos de pibes que llegaron hasta Chile con sólo motos de 50 CC y 110 CC con
toneladas de repuestos para ir ratificando motores y lo admirable que era ver
ese fanatismo por las motos. Así que aprovecho para dejarles mi dirección de
blog – www.motok-argento.blogspot.com
- y ellos me obsequian su tarjetita personal de Iván Sport Motos y un calco.
Aunque me hubiera gustado ir
hasta Mendoza capital antes de volver, significaba hacer muchos Km. Al Norte y
la relación tiempo-dinero no era la más adecuada por lo que hubo que dejarlo
para otra oportunidad y nos conformaríamos con volver hasta San Rafael para
hacer escala, pasar la noche y al día siguiente llegar hasta Tunuyán.
Se nos ocurrió, para variar la
ruta tomar por la ruta provincial Nº 191 a localidad de Villa 25 de Mayo a ver que se veía,
pero no fue más que pasar por el dique Galileo Vitale sobre el Río Diamante
para después tener que tomar por un camino de tierra al salir por encontrarse
en pleno trabajos viales. Esto nos desarmaría el cuerpo y nos mantendría en tercera
y segunda velocidad por varios Km.
Llegaríamos nuevamente al Hotel
El Paso II en San Rafael.
El calor nos agobió y; entre la deshidratación
y las amplitudes térmicas, me desacomodaban el “chasis” de tal manera que ya no
sabía como vestir en la tarde / noche.
Luego de volver al menú del Súper pancho y
gaseosa nos iríamos a dormir temprano para ya a las 5 a.m. aprovechar la “fresca” y
lamentándonos por perder el desayuno retomar la ruta nuevamente.
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